Rusia se dispone a restringir la criptominería en varias de sus regiones debido a la actual escasez de energía, anunció el viceministro de Energía, Yevgeny Grabchak.
El 30 de octubre, la agencia estatal de noticias TAS confirmó la inminente prohibición, que afectará a áreas donde los déficits de electricidad dificultan el apoyo a las altas demandas de energía de la criptominería.
Grabchak señaló que determinadas regiones, como el Lejano Oriente, el suroeste de Siberia y el sur, experimentan una disponibilidad energética limitada.
Estas áreas actualmente carecen de la infraestructura para manejar operaciones mineras a gran escala. El ministro indicó además que la escasez de energía podría persistir hasta 2030, lo que dificultaría el mantenimiento de la actividad minera a largo plazo.
Ya se están llevando a cabo acciones coercitivas contra mineros criptográficos ilegales o locales. El 28 de octubre, una agencia policial rusa según se informa detuvo a un residente de la región de Novosibirsk acusado de fraude eléctrico relacionado con sus operaciones de criptominería.
Kirill Travin, subdirector del Ministerio del Interior de la provincia de Novosibirsk, confirmó el arresto. Según Travin, el sospechoso supuestamente ganó más de 12 millones de rublos (alrededor de 123.000 dólares) mediante la minería.
Las autoridades están investigando más posibles violaciones relacionadas con su caso.
Putin firma ley criptográfica
Esta decisión se produce inmediatamente después de la reciente firma por parte del presidente Vladimir Putin de una ley de regulación de activos digitales que entrará en vigor el 1 de noviembre.
La ley se centra en la supervisión de la circulación de activos digitales. Otorga al gobierno ruso la autoridad para prohibir o limitar la minería de criptomonedas en regiones o territorios seleccionados, según las necesidades energéticas y la capacidad de la infraestructura.
El reglamento también describe procedimientos para imponer restricciones e incluye medidas para controlar la participación en pools mineros.
Estos grupos de minería suelen utilizar servidores especializados para distribuir cargas computacionales, lo que supone una tensión adicional para la red energética. Al gestionar estos aspectos, el gobierno pretende reducir la presión sobre los recursos energéticos y al mismo tiempo mantener el control regulatorio sobre las actividades criptográficas.
