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Después de años de incertidumbre regulatoria y una avalancha de acciones coercitivas, los votantes estadounidenses han enviado un mensaje contundente: ha llegado el momento de un nuevo enfoque para la regulación de las criptomonedas. Este sentimiento se ha hecho eco tanto en el poder ejecutivo como en el legislativo, con más de 292 candidatos quienes apoyan abiertamente las criptomonedas elegidas para la legislatura. Esta ola de liderazgo pro-cripto ha encendido un optimismo cauteloso dentro de la industria, reforzado por un aumento postelectoral en la adopción institucional y minorista.
Si la administración entrante cumple su objetivo preelectoral promesasEE. UU. podría posicionarse nuevamente como un centro global para la innovación criptográfica. Sin embargo, el camino a seguir no está exento de desafíos. La Regulación de los Mercados de Criptoactivos de la Unión Europea, que entrará en vigor el 30 de diciembre, introducirá un marco regulatorio integral, que potencialmente superará a los EE. UU. al ofrecer claridad a las empresas de criptoactivos. Para mantener su liderazgo, Estados Unidos debe aprovechar este momento para diseñar un marco regulatorio que logre un delicado equilibrio: uno que fomente la innovación y al mismo tiempo proteja a los consumidores e inversores. Esto requerirá ir más allá de las estrategias reactivas del pasado que priorizan la aplicación de la ley y adoptar un enfoque más proactivo y basado en principios.
El punto de inflexión
Desde 2017, la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. se ha basado en gran medida en acciones de cumplimiento para abordar las lagunas regulatorias percibidas en la industria de la criptografía. Este enfoque, si bien bien intencionado, ha contribuido a una incertidumbre significativa. Solo en 2023, la SEC inició 46 acciones de cumplimiento, un 53% aumentar del año anterior, lo que resalta aún más la insuficiencia de la aplicación de regulaciones financieras heredadas a este espacio en rápida evolución.
Propuestas recientes, como otorgando la autoridad de la Reserva Federal sobre los emisores de monedas estables como “instituciones de depósito”, demuestran la tensión entre los marcos regulatorios tradicionales y las características únicas de las criptomonedas. Las monedas estables como Tether (USDT) y USDC (USDC) prosperan gracias a su flexibilidad y alcance global, atributos que no se alinean claramente con los requisitos de las regulaciones bancarias tradicionales.
Afortunadamente, el resultado de las recientes elecciones sugiere un cambio en el sentimiento público. Los votantes están manifestando su preferencia por la claridad regulatoria y un diálogo más constructivo entre los legisladores y la industria de la criptografía.
Impulso para el cambio
Uno de los cambios más notables se produjo en Ohio, donde el actual demócrata Sherrod Brown, conocido por su postura crítica sobre las criptomonedas, fue derrocado por el republicano Bernie Moreno. Respaldada por pesos pesados de la industria como Coinbase, Ripple Labs y Andreessen Horowitz, la campaña de Moreno subrayó la creciente influencia del sector criptográfico en la configuración de los resultados políticos.
Con el fin del mandato del presidente de la SEC, Gary Gensler, en enero, nuevos líderes en la agencia, potencialmente alguien como Daniel Gallagherun defensor de una regulación equilibrada—ofrece alguna esperanza de un nuevo enfoque. La experiencia y la postura pragmática de Gallagher podrían ayudar a cerrar la brecha entre la innovación y la protección de los inversores. La experiencia y la postura pragmática de Gallagher podrían ayudar a cerrar la brecha entre la innovación y la protección de los inversores.
Brian Armstrong, director ejecutivo de Coinbase, comentó que este es el Congreso más a favor de las criptomonedas jamás celebrado en Estados Unidos. Este optimismo está justificado, ya que el Congreso parece dispuesto a revisar legislación crítica como la Ley de Protección al Consumidor de Productos Básicos Digitales (DCCPA). Si se aprueba, este proyecto de ley podría otorgar a la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos un papel más destacado en la supervisión de los mercados de activos digitales, reduciendo la enorme influencia de la SEC y proporcionando la tan necesaria claridad regulatoria.
Equilibrar la innovación y la regulación
Si bien la promesa de una legislación a favor de las criptomonedas es alentadora, los legisladores deben actuar con cuidado para evitar los peligros de una regulación excesiva. Por ejemplo, el marco MiCA de la UE ha generado críticas por su “riesgos sistémicos”y el potencial de sofocar la innovación al imponer requisitos estrictos a ciertos mercados y activos criptográficos.
De manera similar, las recientes medidas adoptadas por los reguladores franceses para prohibir sobre mercados de predicción, como Polymarket, subrayan los riesgos de aplicar modelos regulatorios obsoletos a tecnologías innovadoras. Estas medidas, si bien tienen por objetivo proteger a los inversores, pueden obstaculizar inadvertidamente el crecimiento del mercado y limitar las opciones de los consumidores.
El objetivo de Estados Unidos debería ser un régimen regulatorio que promueva la innovación, fomente la competencia y facilite el acceso al mercado para nuevas empresas e instituciones más grandes. Al fomentar un entorno de confianza y transparencia, los legisladores pueden proteger a los consumidores sin sofocar el espíritu empresarial que impulsa la industria de la criptografía.
Un futuro brillante pero incierto
Con un mandato histórico a favor de las criptomonedas, Estados Unidos se encuentra en un momento crucial. La oportunidad de recuperar su posición como líder mundial en innovación financiera está a su alcance, pero el camino a seguir aún está por determinar. El éxito dependerá de la voluntad de los legisladores y reguladores de adoptar la colaboración, priorizar la claridad y fomentar un ecosistema que equilibre la innovación con una sólida protección al consumidor.
A medida que se desarrolla este nuevo capítulo, una cosa queda clara: el futuro de las criptomonedas en Estados Unidos tiene un inmenso potencial. Que ese potencial se haga realidad dependerá de las medidas que se adopten en los meses y años venideros.