El Departamento de Justicia ha acusado a Aleksei Andriunin, fundador y director ejecutivo de la empresa de servicios financieros criptográficos Gotbit, de fraude electrónico y conspiración para cometer manipulación del mercado.
Andriunin, un ciudadano ruso que reside en Portugal, supuestamente orquestó un plan para inflar artificialmente los volúmenes comerciales de las empresas de criptomonedas clientes, incluidas varias con sede en EE. UU. Fue arrestado el 16 de octubre.
La acusación, presentada en el Distrito de Massachusetts, también acusa a Gotbit y a dos de sus directores, Qawi Jalili y Fedor Kedrov, quienes fueron nombrados en una acusación anterior revelada a principios de este mes.
Los fiscales alegan que Gotbit, que se promocionaba como un “creador de mercado de monedas meme”, utilizó técnicas de “negociación de lavado” desde 2018 hasta 2024 para manipular la actividad del mercado, permitiendo que las criptomonedas aseguraran cotizaciones en plataformas como CoinMarketCap y las principales bolsas.
Las memecoins, a menudo basadas en memes de Internet, pueden aumentar rápidamente su valor, pero tienden a experimentar fuertes caídas, una tendencia que Gotbit supuestamente aprovechó para atraer nuevos clientes.
Los documentos judiciales afirman que Andriunin desarrolló un software diseñado específicamente para realizar operaciones de lavado, creando actividades comerciales engañosas para engañar a los inversores y a las bolsas. La acusación también alega que los empleados de Gotbit comercializaron estos servicios a los clientes, destacando sus métodos para evadir la detección en cadenas de bloques públicas.
Según se informa, Gotbit facilitó millones de dólares en operaciones de lavado y ganó decenas de millones con estas prácticas, y Andriunin supuestamente transfirió sumas significativas a su cuenta personal de Binance.
Los cargos también resaltan el papel de Gotbit al atacar a los inversores de memecoins a través de lo que los fiscales describen como esquemas de “pump and dump”. Estos esquemas implicaban inflar el volumen de operaciones de un token para atraer inversores antes de vender sus tenencias para obtener ganancias, lo que a menudo dejaba a los inversores con pérdidas.
Los fiscales citaron la Operación Token Mirrors, una investigación del Departamento de Justicia que implicó la creación de un token digital falso para observar tácticas de manipulación, como parte de la evidencia reunida en el caso.
Si es declarado culpable, Andriunin podría enfrentar hasta 20 años de prisión por fraude electrónico, además de multas, restitución y decomiso. El cargo de conspiración conlleva una pena máxima de cinco años. La sentencia la determinaría un juez federal basándose en las Directrices de Sentencia de Estados Unidos.