Un informe de investigación reciente de Coincub y Blockpit destaca cómo las diferentes políticas fiscales, desde impuestos cero en los Emiratos Árabes Unidos hasta tasas altas en los EE. UU., dan forma a las estrategias de inversión en criptomonedas.
El panorama de los impuestos a las criptomonedas varía ampliamente en todo el mundo, como lo revela un informe de investigación de Blockpit y Coincub.
Los datos revelan que los Emiratos Árabes Unidos siguen siendo un destino atractivo para los inversores en criptomonedas, sin impuestos sobre la renta personal o las ganancias de capital sobre las ganancias en criptomonedas para los individuos. De manera similar, Suiza se posiciona como un paraíso fiscal, ofreciendo cero impuestos sobre la renta personal y las ganancias de capital sobre las ganancias criptográficas.
En Europa, la situación es más variada. Si bien algunas naciones ofrecen condiciones fiscales favorables para las tenencias a largo plazo, otras mantienen tasas impositivas elevadas. Por ejemplo, Dinamarca tiene una de las tasas impositivas personales sobre criptomonedas más altas del mundo, y el organismo de control local grava hasta el 53% de las ganancias de capital a corto y largo plazo derivadas de las criptomonedas.
El informe señala que, en promedio, muchos países europeos imponen impuestos relativamente altos a las ganancias criptográficas, pero el viejo continente “tiene la mayor cantidad de exenciones fiscales para mantener a largo plazo su Bitcoin”.
Mientras tanto, Estados Unidos tiene las ganancias totales más altas y tasas impositivas promedio del 17,5% (a largo plazo) y
23,5% (a corto plazo), lo que potencialmente podría generar unos ingresos fiscales de aproximadamente 1.870 millones de dólares, estiman los analistas. Advierten que los altos impuestos podrían “desalentar la inversión”, empujando las actividades criptográficas a la clandestinidad, u obligando a los inversores a trasladarse a jurisdicciones más favorables a los impuestos.
“Naciones como Vietnam, Turquía y Argentina podrían priorizar la atracción de inversiones en criptomonedas, el fomento de la innovación tecnológica y la provisión de alternativas a las monedas locales inestables en lugar de la recaudación inmediata de impuestos”.
Bloque
Los analistas indican que el enfoque global de la tributación de las criptomonedas experimentará cambios significativos a partir de 2025, impulsados por iniciativas internacionales como el Marco de presentación de informes sobre criptoactivos y la Administración Tributaria para la presentación de informes de actividades de criptoactivos.
Desarrollado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, CARF tiene como objetivo mejorar la transparencia fiscal y combatir la evasión fiscal mediante la creación de un marco global para informar transacciones criptográficas. Paralelamente, TARKA está diseñado para facilitar la cooperación entre las autoridades fiscales de los 48 países participantes, según el informe.